lunes, 23 de agosto de 2010

La frontera entre el siempre o jamás...

Descubramos la verdad de todo acto...

Nos comprometemos por la bonita idea de que existe un quien al cual pase lo que pase le importaremos por encima del qué y porqué. Pero no hay nada más lejos de la realidad, todo termina por caducar y la lealtad no es una excepción
Lo cierto es que no existe nada que nos importe más que nosotros mismos, somos todos unos malditos hipócritas al no reconocerlo, solo hace falta una situación que nos presione y haga aflorar nuestro verdadero yo.Juramos en vano, engañamos a sabiendas y ocultamos actos y sentimientos, bien por miedo a que los demás descubran nuestra cara oculta o por vergüenza al ver nosotr0s mismos en lo que nos hemos convertido...

Ya es impotencia de ver y vivir lo que tengo ante mí, y no poder hacer nada. Cada día que pasa me convierto en una persona más intolerante.
Estoy harta de falsas coincidencias, de verdades encubiertas y de historias de conveniencia. Cansada del ayer, cansada de tener que preocuparme por el mañana...
Odio los silencios cuando no son en compañía...Ya no recuerdo cuando fue la última vez que alguien realmente quiso escuchar la respuesta al ¿qué tal estas? ya no existe el tiempo altruista.

Y sé que todo lo que yo pueda llegar a decir caerá en el olvido…

Los sueños...un lujo que he optado por declinar...
El no dormir ahuyenta de mi mente las pesadillas causantes de tormento y sobresaltos en mitad de la noche. Aunque se me antojan más angustiosos esos otros, en los cuales me prendo de una bonita sonrisa y permito que unos brazos me rodeen... en ellos la pesadilla es el despertar y recordar la vida no vivida...

Me niego como dicen algunos, a hacer paradas en el camino.
Si, es cierto que comienzo a cansarme de tanto caminar pero, es algo que no QUIERO permitirme.

No hay comentarios: