sábado, 27 de noviembre de 2010

DE VOLTAIRE A OLIMPIA DUNOYER

A los diecinueve años de edad, Francois Marie Arouet (más tarde conocido como Voltaire) fué enviado a La Haya como asistente del embajador de Francia ante los Países Bajos y allí se enamoró de Olimpia Dunoyer, hija menor de una familia declassèe, de bajos recursos. Tanto el embajador, marqués de Fornielles, como la madre de la joven, desaprobaban esas relaciones. El diplomático llegó a tener prisionero a su asistente pero Voltaire consiguió sobornar a uno de sus guardias y huir "como el viento" en procura de su amada.


Amiga mía: te habrás preguntado por mí en estos días, dónde estaba, el porqué de mi silencio; de la misma forma desesperaba yo por saber de ti. Desde el pasado martes y por órdenes del pérfido embajador, estoy prisionero en un hotel de las afueras de la villa. Hoy finalmente pude persuadir a uno de los guardianes y enviarte este recado. No desesperes, pronto estaremos otra vez juntos. Podrán quitarme la vida pero no el amor que siento por ti.

Oh Pimpette, te veré esta noche, sin que importen los riesgos que deba correr para eso. Debes estar preparada porque apenas aparezca la luna huiré de aquí, correré a buscarte y huirémos a Scheveningen. Huiremos como el viento, dejando atrás todas las desdichas.

Siempre me interrogaste, estabas ávida por saber algo sobre esa cosa extraña a la que llamamos alma. Ignoro casi todo sobre ella, no sé lo que es ni dónde está pero te aseguro que te necesita y anhela unirse con la tuya de una manera permanente.

Sé prudente, ten cuidado, no confíes en nadie y mucho menos en tu madre, es mi enemiga y la tuya. Ella y el marqués no cejarán en su empresa de mantenernos separados. Si me amas deberás estar tranquila. Convoca en tu ayuda a todas las fuerzas de tu carácter que conozco fuerte. Hasta muy luego, no hay cosa que no sienta capaz, corazón mío, de arrostrar para recuperarte.

Arouet
LaHaya, abril 7 de 1713


La fuga de Voltaire con su bienamada Pimpètte, primero a Schveningen (pequeña aldea a ocho kilómetros de La Haya) y luego a Francia, fue desbaratada por la señora Dunoyer. Nunca más los amantes volvieron a verse. Voltaire fué redespachado a París dónde entró a trabajar en el bufete de un abogado y, algún tiempo después, Pimpette se casó con otro convirtiéndose en la Condesa de Winterfeld.



reflexión:

Nos cegamos ante el sentir?
En pleno siglo XVI,no tienes un duro, ella que solo se alimenta a base de prejuicios,novelas mediocres,y como no de religión.¿en serio , en serio creías que saldría algo bueno de todo esto?

Cuando el termino "amor" nos alcanza, nos priva de todo sentido.

Ciegos,pues no vemos más de lo que nosotros queremos ver.y recordemos que no existe mayor ciego que el q no quiere ver.

Sordos, hacemos oídos sordos ante cualquier hecho que haga peligrar nuestra utopía.

Olfato,¿ quien no ha olido nunca ese aroma , dulce,caliente y embriagador que la persona querida deja impregnada en todas las prendas? lo inhalamos y por un segundo todo a nuestro alrededor se desvanece. y desde ese momento nuestro olfato nos jugará malas pasadas, lo buscará constantemente y no querrá más que esnifar ese momento.

Tacto, nuestro cuerpo terminará por no ser nuestro.

Gusto, aunque lo nombro el ultimo, es el primero que se pierde y el que más tarda en regresar.que decir del gusto?todo sabe a gloria, todo sabe a él, a sus labios, a sus besos a sus te quiero...
y cuando se va , la perdida del gusto permanece aunque con algunos matices diferentes, todo termina por ser insípido y triste .
¿en siglos de historia , a pesar de que este escrita,nunca aprenderemos ?...
p.d:malo,muy malo el quedarse en casa en dias festivos, desvario mas de lo habitual.

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