Las personas que vuelven de un viaje, generalmente regresa con más peso en la maleta que a su marcha; ilusiones, regalos, recuerdos, sorpresas, momentos únicos...
Yo...
Entre tantos comentarios, habladurías, invenciones, malas intenciones y de más peroratas que recaen últimamente sobre mí día a día, apenas me queda espacio para mis alegrías y demás cachivaches en esta maleta. Ante todo esto, deseo que mi vuelta pese menos que mi marcha.
Si es que el tiempo hace el olvido y el olvido nos permite soportal la vida que vamos construyendo.
Pero hay pensamientos que nos siguen, nos los recuerdan todas esas personas con las que "convivimos".Por eso hay momentos en los que poner tierra de por medio es la mejor opción.
El tiempo pasa, los días cambian, los lugares cambian y la realidad también ¿ por que no hacerlo nosotros? Aun que si somos realistas con nosotros mismos nos damos cuenta de que ya es un hecho el que cambiamos día a día.
Sean moderadamente felices en mi ausencia no demasiado que se acostumbran.(guiño,guiño)
No hay comentarios:
Publicar un comentario